Es justo en ese momento, en el que llegas tarde a casa, incluso más de lo normal; tanto, que todos están durmiendo e intentas no hacer ruido para no despertarles. Pasas, con cuidado a tu habitación y sonries. Te miras al espejo, y te das cuenta de que los ojos te brillan más de lo normal, entonces, aun con esa sonrisa enorme dibujada en la cara, te tumbas en la cama de golpe, hueles la ropa que todavía llevas puesta.. aún huele a él, piensas. Y es entonces, cuando te preguntas; como diablos puedo quererle tanto?
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